La tan anhelada gloria que desea nuestro corazón, mente y espíritu. Y no hablo de sólo información sobre el mundo físico en general, como podrían ser las matemáticas, la física, la biología, la geografía, la oceanografía… Todas ciencias supremamente importantes y partes indispensables del saber humano. Pero que aun, no comprenden todos los misterios de la humanidad.
Hablo de una ciencia que desafortunadamente no se enseña en los colegios y universidades Que rara vez se enseña en los hogares hoy en día. Una de la que rara vez se habla o se discute. Una de la que creemos a veces estar aprendiendo, pero la cruda realidad es que nos estamos alejando más. Que se intenta enseñar por medio de las religiones, pero se torna en fanatismo y se tergiversa la esencia. La ciencia de la autoayuda, la del auto aprendizaje, la del auto didactismo. Que poseemos desde el momento de nuestro nacimiento, por ser resultado de la chispa divina de Dios. La ciencia de la eternidad, de la sabiduría. La ciencia oculta, secreta, misteriosa, enigmática, mágica. La ciencia que no es, hablar con los muertos, predecir el futuro, leer las cartas, hacer regresiones, ver espíritus. La ciencia de la pasión, del sexo, del amor conyugal, de la atracción, de la felicidad, de la magia… Una ciencia que nos conduce al “Conocimiento Absoluto”.
domingo, 27 de septiembre de 2009
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